Dos estrellas Michelin de puro lujo neoyorkino.

Nueva York es una ciudad que me encanta, nadie se siente extranjero porque todo el mundo es extraño, así que siempre que puedo intento escaparme y pasar un par de días.
Para esta última visita escogí el hotel New York Palace, quería darme un capricho y que mejor que elegir un hotel que en su planta baja alberga uno de los mejores restaurantes de NYC, el GILT.

Y es que pocas veces te puedes permitir el lujo de ir a un 2 estrellas Michelín a un precio “asequible”, suerte de la conversión euro-dolar…
El restaurante es muy clásico en decoración e iluminación, lo cual no es malo y hace de contrapunto con la moderna cocina que ofrecen.

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